Thursday 27 September 2012

En su Alma (continuación III)


Eran casi las doce de la noche, estaba en casa leyendo algunos apuntes que iba recopilando en una pequeña agenda a modo de recordatorio. De vez en cuando tenía que parar y atender a Teresa, que se encontraba justo a mi lado. Cada vez que conversábamos me decía lo mismo. Bueno, la verdad es que aunque siempre decía conversar, mi comunicación con los muertos era telepática, intercambiábamos pensamientos, no articulábamos palabra alguna, eso sí, nos entendíamos a la perfección:

- Tú no eres capaz de imaginar lo que yo he sufrido…

- Claro que estoy consciente de todo lo que has pasado en vida. Pero tienes que darte cuenta de tu actual situación, ahora en vez de buscar venganza deberías concentrarte en crecer. Tienes que habitar otros cuerpos para que así puedas ascender en la escala espiritual. Los años van pasando y continúas en el mismo sitio.

- Cómo quieres que esté tranquila sabiendo que Roberto formó una familia y a nosotros nos dejó en el olvido; pasé mucho trabajo para criar sola a nuestro hijo.

- Y tú crees que actuando así obtendrás algún beneficio. Todo lo contrario, deberías  asumir que ya no tienes cuerpo. Intenta tocarme y lo comprobarás. Puedes sentir…, e incluso influir en nosotros, y hasta podrás disfrutar de muchas cosas de la vida terrenal a través de la persona que encarnes, pero para ti será solamente imaginación. Tienes que ser más sensata y no actuar simplemente por despecho. Utiliza tu mente para que veas el universo que tienes por delante. Además, tú bien sabes que estás muerta, por qué tanta insistencia, qué recibes a cambio. Estas siendo demasiado egoísta, tu hijo también necesita de ti; y solamente lo podrás ayudar cuando seas capaz de olvidar tu vida pasada y crecer.

Debido a la intransigencia de Teresa tuve que  cambiar de plan. Entré en contacto con entidades que se encontraban en una estadía superior a la de ella, necesitaba a un espíritu  fuerte en convicciones. Su principal función sería brindarle protección a Carolina y bloquear los deseos de venganza de Teresa.

Por su experiencia y elevado desarrollo espiritual me decidí por Gímena, quien en vida fue  maestra en una escuela primaria, y después de su muerte supo crecer como espíritu. Había habitado el cuerpo de personas que se encontraban en situaciones diversas, entre ellas algunas parecidas a la de Carolina. A quienes ayudó sin olvidar que ya ella no pertenecía al plano terrenal, comprendía perfectamente que se encontraba en otra etapa de su vida, carente de cuerpo.

Lo más difícil fue convencer a Carolina de la necesidad que teníamos de colocarle un espíritu protector que la guiase en todo momento. Habían cosas que Carolina tendría que cambiar para que todo esto fuese efectivo. No podía continuar juzgando a los demás sin conocerlos, el miedo que sentía, y los complejos que la llevaban a ver en cada persona a un enemigo, tenían que ser erradicados.

Le expliqué que podía continuar con su vida, pero que tendría que colaborar para que tuviese una vida más digna. Debía facilitar a Gímena el trabajo que yo le había encomendado, le comenté que sería mejor que retornase a estudiar. Mientras más tiempo tengas para ti, menos…

continuará...


frankca-dreams.blogspot.com

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