En la mañana no escuché el timbre del reloj,
solo recuerdo que cuando desperté sentí
el calor de mi madre que me arropaba, y a la vez me introducía un biberón en la boca,
luego la humedad de mi cuerpo delataba
que me había hecho pipí en la cama…, quise incorporarme y echar a correr, pero tan solo podía mover piernas y
brazos sin coordinación alguna, todavía no sabía caminar, vaya putada… me dije. Me faltaba aprender a gatear y una cantidad de cosas más qué si me
ponía a pensar bien caería en una fuerte depresión.
Luego supe de lo beneficioso de mi estado,
guardaba todo en mi mente, sí… que tenía memoria, sabía cuánto había andado por
el mundo, estaban todos los recuerdos ahí almacenados, la única diferencia es que
ahora era un bebé. Después del arrebato inicial
y de mi renuncia al regreso a la
infancia me di cuenta que era lo mejor
que me pudiese suceder.
Ahora decidiría por mí mismo, sin las
influencias políticas de gobernantes, maestros y familiares. Ya había leído a Karl Marx y Federico Engels, algo conocía de
Luther King, también sabía de Hitler y Mussolini, desde pequeño había aprendido lo
bueno y lo malo en la vida con una óptica torcida, me habían inyectado el cerebro con informaciones y
valores manipulados, casualmente me habían enseñado que todo lo malo era negro, por eso a veces cuando me miraba al
espejo, tenía alguna que otra duda, pero el mundo estaba así diseñado, quién
coño era yo para decir que mi madre con su intensa negrura era perfecta, además
de ser una de las personas más amables, caritativas y cariñosas que he conocido en mi vida.
Me dijeron que tomar Té en las tardes era lo
mejor que había para el alma y el intelecto, pero yo ya conocía que además del
Té los ingleses llegaban a beber otras
cosas y que cultura precisamente no es lo que les sobraba. Ahora tendría la
oportunidad de crecer nuevamente, no creo que en mi nueva vida pueda acudir a
un colegio, al menos durante los primeros años les diré a mis padres que
estudiaré en casa, recopilaré libros en bibliotecas y me apoyaré en el
conocimiento de los más ancianos, de los humildes y por supuesto que no escucharé
ningún discurso político y mucho menos a grandes empresarios y a banqueros.
Puede que en un futuro estudie psicología o
sociología, buscaré en el alma de las
personas, intentaré compartir mi experiencia con los más pequeños, les enseñaré
a limpiar sus mentes a impedir que los eduquen con mentiras y valores erróneos.
Comprenderán que para lograr un cambio social tendremos todos que renacer.
frankca-dreams.blogspot.com