Monday 28 May 2012

Cuando suenan los Tambores


A muchos nos gusta el rock, a otros la música clásica y hasta el tango, pero cuando un cubano escucha el repique de un tambor no puede evitar el movimiento de alguna de sus extremidades tratando de seguir el compás, pero existe un llamado algo más fuerte que la propia música, ese que proviene de nuestra tierra.

Podemos estar viviendo medianamente bien en cualquier país del mundo, tenemos la capacidad  de acoplarnos a casi cualquier forma de vida en las diversas sociedades que nos ha tocado vivir, pero somos incapaces de olvidar a nuestra tierra. Y esto nada tiene que ver con la política, es más… en ese preciso momento olvidamos a quienes nos dijeron que nuestro escudo ya había nacido comunista, que nuestra bandera era más bien roja y que nuestro Himno Nacional era más de izquierda que La Internacional por haberse escrito antes, sin embargo existe algo que nos ata a todos y nos hace siempre retornar a casa.Es una especie de atracción más bien recíproca, porque también nuestra patria llama constantemente a todos sus hijos, aún sabiendo que ya no tenemos derecho a residir en ella por haberla abandonado, siempre según las leyes de quienes hoy la gobiernan.

Yo sinceramente no creo que sea solo por nostalgia, me parece que más bien la necesitamos para centrarnos, recuperar oxígeno y continuar con nuestros proyectos. Tal vez sea por el aire, las grandes diferencias sociales que allí persisten, las ventajas y desventajas que dentro de ella vemos, la cultura que emana gran parte de su población o la gritería que se escucha cuando pasamos frente a un agromercado o a un solar habanero, el hecho de poder discutir de pelota en el Parque Central con un negro bembón mientras éste juega al ajedrez y de vez en cuando te recita las capitales de todos los países del mundo, nos vence y acorrala nuestras vidas entre sus mares.

Tal vez me equivoco, pero  sí estoy completamente convencido de que el constante sonido de los tambores, la humedad, el intenso calor e incluso puede que hasta la molestia que causan las moscas hace de Cuba el mejor sitio adonde un cubano puede meditar. Obviando necedades y sin hacer comparaciones, lo más sensato que podemos hacer cuando estamos en aprietos es acudir a esa hermosa isla que nos vio nacer, ya que solamente allí lograremos reconstruir nuestras ideas y luego podremos  retornar con la fuerza necesaria para continuar siendo parte de este invento llamado globalización.



frankca-dreams.blogspot.com

No comments:

Post a Comment