Políticos y la Banca

Actualmente vivimos atrapados en un círculo, rodeados de políticos y banqueros, donde aparentemente tenemos toda la libertad de movimiento del mundo, siempre y cuando lo hagamos dentro de sus límites, nos creemos libres, pero nos controlan en todo momento.

El poder y el dinero ha sido la meta de muchos, estar realmente en la cima, sentirse superior al resto de los mortales. Durante mucho tiempo políticos y ricos han unido fuerzas, han ido ganando además de fortunas más espacio dentro de las sociedades y hasta en algunos casos han logrado aprobación popular, pero ahora  la confabulación entre políticos y la banca está tocando fondo, no sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo le queda a ese matrimonio, pero si sabemos que los cambios vendrán. No puede ser que se pierdan a diario millones de dólares en operaciones especulativas, llevando al quiebre a empresas que a su vez dejan a cientos de personas sin empleo, con todas sus consecuencias incluidas,  lo que para los señores de la banca y los políticos son simplemente cifras, para la sociedad llegan a ser fuertes brotes depresivos, separaciones, desalojos  y hasta  pérdidas de vidas.

La destrucción de empleos y el deterioro del sistema financiero global, tarde o temprano pasará factura. De continuar las sociedades con el diseño actual, estaríamos siempre salvando a la banca con dinero público, deberíamos depender menos  de las bolsas y los mercados. Vamos camino hacia un modelo poco recomendable, eliminamos la clase media y a los pobres los llevamos a la miseria. Cuando entre ricos y miserables no hay nada que intercambiar, ni siquiera se escuchan, no puede existir un dialogo y mucho menos el flujo constante que necesitan las sociedades para crecer y desarrollarse.

Para que existan partidos políticos y la banca, tienen que haber familias con poder adquisitivo, no se puede exprimir cada día la misma naranja y pedirle un buen zumo, por más grande y jugosa que sea ésta se agotaría. El cambio vendrá, no por la buena voluntad de estos señores, eso está bien claro, pero no tendrán otra opción. 

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Violencia de Género o de Estado

Recientemente he estado leyendo varios casos de violencia de género en Cuba, y me ha llamado la atención la valentía de muchas mujeres cubanas que denuncian su situación públicamente a través del blog de un amigo o de algún conocido.

Para mi ese simple paso de denunciar el sufrimiento que padecen es de gran importancia, debido al silencio constante que ha padecido la población cubana, sobre todo las  mujeres, siempre obligadas a esconder sus penurias durante años por temor a represalias del régimen. En Cuba todo se politiza, la verdad es que debemos ser modelo de sociedad y ejemplo para la humanidad, lo que para el resto del mundo es un grave problema social para ellos se convierte en política, por eso se debe callar, como si fuésemos una sociedad perfecta.

Los culpo de lo más mínimo que nos sucede, siempre he pensado que detrás de todo está nuestro gobierno, lo cierto es que las cosas de Cuba, no suelen ser común y mucho menos casuales. Todos sabemos que la violencia de género es un problema global que sucede prácticamente en todos los continentes. Como también reconocemos que existe un largo historial de violencia en la Isla que data de muchos años antes de la entrada de los hermanos Castro al poder, pero creo que ellos tienen gran responsabilidad con lo que ocurre hoy en nuestra patria, ya que el derecho de la mujer cubana en los últimos años ha estado condicionado a su pensamiento político y comportamiento social, no es lo mismo que te llames   Mariela Castro o Vilma Espín que ser  Laura Pollán o Reina Luisa Tamayo,  a las segundas se les puede vejar e insultar e incluso hasta pegar.

Teniendo en cuenta que en Cuba es casi imposible constituir una familia donde solo viva una pareja de jóvenes recién casados, sin la participación de otros familiares por la falta de vivienda, tenemos un bonito país donde pueden llegar a vivir hasta tres generaciones juntas bajo el mismo techo, por lo que la convivencia con otros familiares es un agravante en nuestra sociedad y sobre todo para el  individuo violento, quien  no es capaz de diferenciar lazos emocionales a la hora de expresarse violentamente, de ahí que además de violencia de género existan tantos casos de violencia intrafamiliar.

El sexo tampoco es importante, aprendemos a respetar y admirar al vecino revolucionario, importa que los pensamientos sean rojos, da igual hombre o mujer,  solo cuentan los ideales, si estás conmigo eres casi una persona, de lo contrario no existes. Por eso creo que la revolución cubana tiene gran parte de culpa, si una mujer no es revolucionaria se le puede maltratar, humillar y ofender contando con el beneplácito del gobierno, y eso se hace costumbre y luego se enquista, no delimitas entre sexos, se pierden valores conjuntamente con el respeto y admiración que debemos sentir todos los hombres por el sexo opuesto, olvidando a quien nos otorgó la vida.

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