Monday 17 April 2017

Donald Bomb



En momentos en que la comunidad mundial titubea Estados Unidos no duda y da el paso al frente ante tanta injusticia por parte de algunos gobernantes y/o grupos terroristas. 

En el caso del régimen Sirio un fuerte golpe encima de la mesa bastó para retomar el orden y mostrar al mundo quién manda en realidad. El precio de cada uno de los Tomahawks no es importante, cuánto ha costado lanzar la madre de todas las bombas para al menos matar a 36 terroristas o 94 de acuerdo a otros reportes  en Afganistán, tampoco es relevante, incluso sabiendo que en menos de lo que dura una afeitada un US  Marine es capaz de eliminar a un centenar de éstos, había que utilizar alguna bomba.

Lo malo de estos golpes encima de la mesa es que el resultado es efímero, o lo que es peor, tienen un efecto tipo boomerang, y al final ese fuerte golpe tan solo lo recuerda quien lo ejecutó, y el fuerte dolor en la mano perdura para siempre.

Afortunadamente la globalización nos ha traído una serie de cambios importantes y el acceso a tecnología de punta cada vez es más rápido para países con nuevas economías emergentes. Pero existe una segunda parte en esta película, las grandes potencias mundiales no han sabido o no han podido evitar que gobiernos irresponsables, grupos armados de diferentes denominaciones, guerrillas y hasta narcotraficantes adquieran armamentos y tecnología de todo tipo.

Alardear de tener la bomba más grande a estas alturas como que no tiene mucho sentido, según Putin, él sí que la tiene más grande, y mañana saldrá algún otro obsoleto líder en busca de notoriedad haciendo su reclamo.
Las ventajas de ser el más fuerte y poderoso se van reduciendo, de hecho hasta tener una moneda muy fuerte tiene sus consecuencias negativas.

El Sr. Donald Bomb debe reconocer que está teniendo como Presidente de una gran nación como Estados Unidos una responsabilidad mayúscula, no es lo mismo tener la capacidad de hacer dinero y generar riquezas a sus negocios familiares, que tener en las manos las vidas de millones de personas, la Paz no siempre se logra lanzando bombas. Su comportamiento chulesco y más propio de un jefe de pandilla o cartel, en vez de buscar quién la tiene más grande, debería utilizar esa energía mirando hacia adentro y cumpliendo con sus promesas electorales de brindar una mejor cobertura médica para todos, mayor seguridad, y  en cómo solucionar otros graves problemas sociales que tiene éste país.

Donald Bomb
Frank Canizares