Recientemente he estado leyendo varios casos de violencia de género en Cuba, y me ha llamado la atención la valentía de muchas mujeres cubanas que denuncian su situación públicamente a través del blog de un amigo o de algún conocido.
Para mi ese simple paso de denunciar el sufrimiento que padecen es de gran importancia, debido al silencio constante que ha padecido la población cubana, sobre todo las mujeres, siempre obligadas a esconder sus penurias durante años por temor a represalias del régimen. En Cuba todo se politiza, la verdad es que debemos ser modelo de sociedad y ejemplo para la humanidad, lo que para el resto del mundo es un grave problema social para ellos se convierte en política, por eso se debe callar, como si fuésemos una sociedad perfecta.
Los culpo de lo más mínimo que nos sucede, siempre he pensado que detrás de todo está nuestro gobierno, lo cierto es que las cosas de Cuba, no suelen ser común y mucho menos casuales. Todos sabemos que la violencia de género es un problema global que sucede prácticamente en todos los continentes. Como también reconocemos que existe un largo historial de violencia en la Isla que data de muchos años antes de la entrada de los hermanos Castro al poder, pero creo que ellos tienen gran responsabilidad con lo que ocurre hoy en nuestra patria, ya que el derecho de la mujer cubana en los últimos años ha estado condicionado a su pensamiento político y comportamiento social, no es lo mismo que te llames Mariela Castro o Vilma Espín que ser Laura Pollán o Reina Luisa Tamayo, a las segundas se les puede vejar e insultar e incluso hasta pegar.
Teniendo en cuenta que en Cuba es casi imposible constituir una familia donde solo viva una pareja de jóvenes recién casados, sin la participación de otros familiares por la falta de vivienda, tenemos un bonito país donde pueden llegar a vivir hasta tres generaciones juntas bajo el mismo techo, por lo que la convivencia con otros familiares es un agravante en nuestra sociedad y sobre todo para el individuo violento, quien no es capaz de diferenciar lazos emocionales a la hora de expresarse violentamente, de ahí que además de violencia de género existan tantos casos de violencia intrafamiliar.
El sexo tampoco es importante, aprendemos a respetar y admirar al vecino revolucionario, importa que los pensamientos sean rojos, da igual hombre o mujer, solo cuentan los ideales, si estás conmigo eres casi una persona, de lo contrario no existes. Por eso creo que la revolución cubana tiene gran parte de culpa, si una mujer no es revolucionaria se le puede maltratar, humillar y ofender contando con el beneplácito del gobierno, y eso se hace costumbre y luego se enquista, no delimitas entre sexos, se pierden valores conjuntamente con el respeto y admiración que debemos sentir todos los hombres por el sexo opuesto, olvidando a quien nos otorgó la vida.
frankca-dreams.blogspot.com
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