Friday 21 October 2011

Fidel se afeita la barba

Sonaba  el timbre del teléfono una y otra vez, supongo que serían alrededor de las seis de la mañana, me costó incorporarme un poco, respondí con un sí..., más que tembloroso, algo dubitativo… era él , no olvido su voz, fueron muchos años escuchando sus discursos, como para no reconocerlo:
- Frank, necesito que me traigas rápidamente una buena máquina de afeitar.
- ¿Es usted comandante?
- Si hijo mío, recordé que siempre has sido fiel a tu patria y sé que no me fallarás, me tengo que afeitar y sabes que no confío en nadie, últimamente las cosas por aquí no andan muy bien y con todo lo sucedido internacionalmente, prefiero afeitarme antes que poner mi barba en remojo.
- Comandante, pero yo no sé cómo hacerle llegar ahora mismo una maquinita de afeitar, la verdad es que estaba dormido y…
- Qué coño dices, aquí todo se sabe, o es que piensas que no sé que cada vez que te da la gana entras volando, violas nuestro espacio aéreo, entras sin permiso y nunca te hemos dicho nada, ahora te toca devolver los favores.
- Está bien, ahora mismo saldré en busca de una buena maquina.
- Frank, no hará falta que te recuerde que aun tienes familia aquí, no quiero ni pensar que le sucedería si no cumples con tu revolucionario deber.
-  Eso ya lo sé comandante, precisamente por eso creo que lo mejor para usted sería abandonar la isla, o es que piensas que  no te reconocerán si te afeitas la barba, aún estas a tiempo.
- A tiempo de qué, no me compares, mi pueblo me quiere y aún necesita de su máximo líder.
- Después de tantos años es cierto que tu pueblo te quiere, pero te quiere lejos, te quiere fuera, no soporta más tu presencia, mira a tu alrededor comandante, te van quedando pocos líderes amigos, todavía Chávez te puede echar una mano, si yo estuviese en su lugar ahora mismo abandonaría o prefiere también terminar en una cloaca como su amigo Gadafi. Le estoy siendo sincero, yo no le engañaría nunca, pero recuerdas cuantas veces nos mentiste a todos los cubanos, tú piensas que la gente olvida, callamos y esperamos, solo eso comandante, pero me parece que ya no quieren callar más, no quieren continuar escuchando sus falsas promesas de bienestar, libertades y desarrollo. Te das cuenta que cuando un pueblo dice basta, no se puede controlar, es capaz de cometer actos violentos, pero necesarios para sacar al menos un poco esa ira acumulada durante años.
- Mariconson…mariconson…
Fue lo último que escuché de aquella conversación, se había alterado nuestro máximo líder, no aguantó y prefirió insultarme, ahora mismo no sé, sí se afeitará  o  escuchará mi consejo y se marcha de una vez.


frankca-dreams.blogspot.comFidel se afeita la barba

No comments:

Post a Comment