Monday 3 June 2013

Cuánto nos quedará por ver...


Hasta dónde llegará nuestra curiosidad o la desmesura de las televisoras que nos entregan sus escalofriantes imágenes  a través de los telediarios. Gracias a los avances en las telecomunicaciones somos capaces de visualizar los hechos más horrendos perpetuados por un ser humano en vivo, como lo demuestran los últimos ataques terroristas que han sido grabados y difundidos. La cantidad de víctimas y la violencia con que se acometen los  actos, parece ser lo más importante, más que nada debe haber… mucha sangre, donde además del miedo, el pánico tiene que estar reflejado en los rostros de los testigos.
Queremos ver a nuestros verdugos en el momento que realizan las ejecuciones. Novelas, series de acción y las películas de ficción con contenidos violentos ya no cubren nuestras expectativas, ahora queremos ser parte de los sucesos, ser testigos presenciales. Muchos culpan a los medios de comunicación de la emisión de dichas imágenes, incluso yo mismo lo he criticado, pero la verdad es que siempre hemos tenido la oportunidad de cambiar de canal o simplemente apagar nuestro televisor.
Lo que realmente me preocupa somos nosotros como sociedad, tal vez los sondeos de audiencia estén algo inflados, pero según estos, mientras más violencia, más televidentes, ya sea Boston o Londres, ahí estamos todos observando las imágenes, convirtiendo en estrellas mediáticas a nuestros agresores, difuminando su ejemplo por todo el universo, repartiendo notoriedad a verdaderos asesinos e ideas a posibles seguidores.
No sé hasta dónde debemos llegar o cuándo prohibir la emisión de estos actos o no, pero de lo que sí estoy completamente seguro es que su publicación no es necesaria, y mucho menos útil para prevenir más violencia.
El periodismo ha ido cambiando en los últimos años, no sé si para bien o para mal. La cantidad de artilugios con que contamos hoy día para grabar cualquier imagen y difundirla puede que nos esté jugando una mala pasada. Por supuesto que la prohibición de cámaras de video no es la solución, el problema radica en nosotros, nuestros gustos y tendencias deben cambiar, debemos crecer más como seres humanos y ser más conscientes a la hora de hacer uso de todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance.

La frialdad con la que muchas personas graban estas imágenes, mientras otros mueren, luchan por sus vidas o gritan desesperadamente en busca de ayuda, se aleja mucho de todos los hombres y mujeres que desde hace siglos se han levantado cada día en busca de un mañana mejor. Ahora estamos más apegados a nuestros móviles y ordenadores que a quien los ha creado, grabar una exclusiva está por encima de socorrer a las víctimas o incluso de correr en busca de protección, actitud que me parece más propia de algún tipo de especie aún por descubrir.                                                                 

frankca-dreams.blogspot.com
Frank Cañizares

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