Monday 13 August 2012

Londres y El Curiosity


Hace cientos de años que el hombre anda en busca de alguna galaxia dónde exista vida, buscamos a semejantes, no nos sirve un microorganismo o  una pequeña planta, andamos en busca de vida inteligente, aun sabiendo que puede que nos superen en inteligencia.

Por eso creo que ha llegado el momento de al menos presentarnos dignamente ante esa otra supuesta civilización, mediante el  lanzamiento del robot  Curiosity de la Nasa  y el espectáculo de Los Juegos Olímpicos en Londres me parece que no debemos albergar ningún temor, para mi hemos hecho la mejor combinación que puede mostrar nuestro planeta de coherencia y civilización. Primeramente mandamos una prueba fehaciente de nuestra capacidad tecnológica y luego enviamos al universo el mensaje de unidad y fiesta que se ha vivido en los últimos días en Londres.

Ellos no sabrán del verdadero uso que le damos los terrícolas a nuestros avances tecnológicos, claro que en ningún otro planeta se imaginarán que la especie con más capacidad de nuestro sistema solar utiliza los adelantos científicos  para beneficio de la nación que los haya desarrollado y en perjuicio de los demás, que más allá de la duda de la existencia de otros seres  lo que tenemos son ansias de conquistas, que aquí nos peleamos por un simple terruño, que matamos porque él otro piense, ame o sueñe de manera diferente, las sofisticadas cámaras y los ordenadores a bordo del Curiosity  son una buena carta de presentación y sobre todo no podrán hablar de lo que realmente ocurre en nuestro planeta.

Como tampoco podrán saber que hay detrás de cada atleta que competía en las Olimpiadas, desde lo más alto supongo que solo se pueda divisar la alegría y el festejo de los vencedores, el dolor y el llanto del que no alcanzó una medalla pese a su esfuerzo, sospecho  que podrán ver como se abrazan y disfrutan los terrícolas independientemente de su procedencia o bandera, pensarán que no hay naciones ni colores, puede que hasta sientan que el sabor de las lágrimas y el del sudor son muy parecidos cuando se funden las emociones. Desde lo lejos no podrán ver cuántos atletas eran víctimas de las políticas erradas de sus países, no sabrán del dolor y el sacrificio de muchos para poder competir, claro que no podrán ver que quienes realmente se cuelgan luego las medallas son los políticos o  monarcas de turno.

De todas formas mientras intento pensar, reflexiono...,  y me quedo con la entrega de todos aquellos que han hecho posible que el Curiosity llegase a Marte, así como con todo el voluntariado y los atletas que me hicieron llorar de emoción y olvidar que vivo en un planeta que aún nos falta por explorar.




frankca-dreams.blogspot.com

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