Pasan los días y continúo sin saber nada de
usted, no sé hasta qué punto puedo aguantar esta situación, su ausencia es mi
dolor…, debido a la incertidumbre y el desconocimiento
me hace pensar en cosas que no quisiera imaginar. Qué será de nuestra patria sin su ilustre
Presidente, desde hace muchos años a usted le dimos la tarea de velar por
nosotros, de pensar y decidir cómo hacer las cosas en nuestro país.
Dicen que se encuentra muy enfermo, pero yo
dudo que alguna enfermedad quiera habitar su cuerpo, de ser cierto supongo que
al menos pueda usted ser atendido en su casa y que no se vea en la necesidad de
acudir a uno de los deprimentes hospitales habaneros, creo que moriría de
tristeza al ver el estado en que se encuentran, usted que tanto se preocupó por
la salud y el bienestar de todos nosotros. En cuanto a la carencia de
medicamentos no debe usted tener problemas siempre encontrará algún amigo de la
Revolución en el exterior que se los haga llegar.
Cada día trato de leer la prensa cubana en
busca de sus reflexiones, por cierto últimamente cada vez más cortas, pero
profundas y llenas de sabiduría, como solo sabe hacer usted. Precisamente gracias
a estos artículos suyos… es que pienso, que a lo mejor ni siquiera se encuentra
usted enfermo y hasta albergo la esperanza de que haya tenido una especie de
invocación divina y se encuentre preparando una larga Reflexión sobre nuestro querido país. Lo veo escribiendo un
manifiesto o una especie de testamento para todos, diciendo verdades, dando
nuevas orientaciones, pidiendo paz y armonía para cuando usted no se encuentre
entre nosotros, tratando de arreglar todo lo mal hecho durante tantos años, abriendo
cárceles y otorgando libertades, veo qué sinceramente usted quiere reconstruir
el país, pero teme hacerlo en vida, y duda que cumplan sus ordenes luego de su
muerte.
No dilapide usted su verdadero momento
histórico, sé que no es una tarea fácil, han pasado muchos años y las mentes de
muchos no se podrán cambiar de la noche a la mañana, sin embargo usted ha sido
quien los ha incitado, generando odio y violencia entre la población cubana, siempre
estimuló al que delataba a un vecino, familiar o amigo. Mantuvo a privilegiados
y forzó al destierro a quienes no lo apoyaban. Usted sabe mejor que yo todo lo
que habría que cambiar en nuestra hermosa isla, sería demasiada extensa mi
petición si tuviese que enumerarlas
todas, además al parecer no tenemos mucho tiempo y ambos sabemos que desgraciadamente con su partida no
encontraremos la solución a tantos problemas, es por eso que ahora debería usted llenarse de fuerzas y completar la mejor de sus reflexiones.
frankca-dreams.blogspot.com
¿Dónde estás mi Comandante?
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