A veces prefiero... no saber
nada, no enterarme de algunas noticias, no quiero ver más las imágenes de dolor
reflejadas en el rostro de las personas. Me gusta estar informado, pero
realmente ahora mismo, no sé hasta qué punto. La cantidad de fotos que he visto
de la matanza en Connecticut me han hecho reflexionar, porque no pude evitar
que mis lágrimas cayeran en el café que estaba bebiendo. No pude controlar mis
emociones... y sentí vergüenza, pero justifiqué
mi acto, diciendo que como leía sin gafas, mis ojos lloraban por el esfuerzo al que los sometía.
Luego, hasta allí viajó mi me
mente, pude ver el sufrimiento de todas esas personas, madres, padres, hermanos
y amigos hundidos por el dolor. Ya sé que no debo avergonzarme por llorar en
público, como también sé... que la vida
debe continuar, pero me preocupa que no estemos haciendo nada para evitar la
escalada de violencia a nivel global que existe en nuestras sociedades. Al
parecer esperamos tranquilamente a que sucedan las cosas, sin tener en cuenta
que siempre hay un aviso, una señal para prevenir un acto como el realizado por
ese joven. Ahora ya es tarde para averiguar por qué ha sucedido, las
investigaciones que supuestamente deben servir para evitar futuras tragedias, quedarán
olvidadas en los cajones de algún armario.
Continuaremos con nuestras
vidas, ocurrirán otras desgracias, más o menos fuertes, pero siempre... dolorosas
y vergonzosas como esta, y ahí estaremos todos a la espera de ver las imágenes del
dolor ajeno.Ya no quiero continuar
siendo un espectador más, prefiero buscar opciones, abrazar a mis hijos, a los
hijos de mis amigos y a todas las personas que de este mundo adoro, para juntos
buscar una salida. Sinceramente no creo que a los políticos y a las grandes
fortunas les preocupe lo que nos sucede, tendremos que ser nosotros los que
debamos desoír sus campañas publicitarias y enfrentarnos a la realidad que estamos
viviendo.
Hemos permitido que entren a
nuestras casas, dirijan nuestras vidas... con la excusa de la libertad y la
mejora del bienestar material de la población, a la cual cada individuo debe
tener derecho, pero no todo a lo que accedemos es imprescindible, nos han
creado dependencias, y hasta necesidades a cambio de nuestras vidas. Lamento
mucho como todos la muerte de esos inocentes niños y sus maestros, pero me
duele más... el saber que mientras no cambiemos nuestra mentalidad, continuaremos
leyendo noticias como esta.
frankca-dreams.blogspot.com
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