Tuesday 8 February 2011

Siglo XX-XXI

Atravesamos un momento de suma importancia en nuestro planeta, el cambio en los hábitos y comportamiento de las sociedades, en  gran parte debido a todos los logros cosechados por su conjunto, está marcando nuestro ritmo de vida.

Los éxitos alcanzados  en la rama tecnológica, el desarrollo social e intelectual adquirido, la apertura de fronteras, la extensa variedad de ocio, y la influencia que sobre todos ejercen las grandes compañías encargadas de difuminarnos con campañas de marketing perfectamente diseñadas, además de la completa irresponsabilidad de muchos “líderes” políticos en todo el mundo, entre otras cosas, han ido invirtiendo de manera radical nuestro estilo de vida, y como consecuencia la forma de proyectarnos, hasta tal punto que hoy día podemos hablar de cambios filosóficos relevantes e incluso preocupantes para nuestro desarrollo social.
La capacidad del individuo actual de aislarse durante horas ante una playstation o un ordenador, a pesar de que  éste último también se utilice en busca de nuevos contactos con diferentes personas, sin importar dónde éstas se encuentren -al parecer poniendo de manifiesto que aún conservamos parte de nuestra tendencia a la colectividad- instinto Gregario que no siempre nos ha llevado por buen camino, de ahí la fácil manipulación de las masas.
Es cierto que el interés por lo desconocido y la incansable búsqueda del hombre, nos ha proporcionado muchos beneficios, y gracias a ello hemos sido capaces de  crecer mucho económicamente, pero al parecer, no estamos capacitados para rentabilizar tantos beneficios a nuestro favor.
No debería ser negativo el hecho de tener tantos recursos a nuestra disposición, prácticamente en poco tiempo, desde mediados del siglo pasado, se ha visto el incremento progresivo de todo tipo de artilugios que nos hacen de cierta manera la vida más cómoda, si a todo esto le sumamos los avances diversos en medicina y otras especialidades, pues estamos en un problema, tal vez me equivoco si digo que el crecimiento social, no ha ido acorde a la velocidad con que hemos conseguido todo lo material, pero por ahí debe estar nuestro dilema.

Si, el egoísmo, la avaricia, y la capacidad de aislamiento forman parte de la evolución de los individuos en las sociedades modernas, tendremos que analizar con profundidad, dónde está nuestro fallo, es evidente que de ésta manera no llegaremos a buen puerto.

Al principio de nuestra civilización el temor, las carencias y el desconocimiento, fueron nuestros aliados. Tratábamos a toda costa de estar en grupos para sobrevivir, siendo chozas o cuevas nuestros mejores refugios. Costó mucho tiempo ser capaces de construir viviendas con la seguridad y comodidad con las que constamos hoy día, ahora haciendo uso de la capacidad financiera y la libertad que nos permite comprar un televisor, un ordenador y cuanto podamos para cada habitación de nuestros hogares, hasta poder independizarnos de nuestra propia familia, bajo el mismo techo,  convirtiéndose en la meta de muchos, estar juntos, pero no revueltos. 

No comments:

Post a Comment